Junto con el rostro, las manos son las partes del cuerpo más expuestas a las agresiones externas y, por lo general, las que reciben menos cuidados. Por ello, son unos de los fieles indicadores de la edad del paciente.
Esta región es más propensa al envejecimiento prematuro que se presenta como una piel más fina, laxa y con pérdida del tejido graso, haciendo más prominentes las estructuas óseas y las venas, que dan un aspecto más avejentado a las manos.
Los tratamientos que hacemos en Clínica Carmen Pérez están orientados a mejorar la textura, calidad y color de la piel de esta zona.